Oct 11, 2023 | 0 Comentarios

El Liderazgo es Amor

El liderazgo es amor.

Toma ya, toma frase, liderar es amar. Liderar es una cuestión de amor.

¿Y esto cómo puede ser? ¿esto es que mi jefe me ama? ¿esto es que yo como líder de un equipo tengo que amar a las personas que integran el equipo? Bueno… realmente la respuesta es sí.

El buen líder siente amor por lo que hace, siente amor por las personas con las que trabaja y siente amor por la vida en general. Esto no significa que esté enamorado a nivel romántico. Significa que independientemente de entrar en el ego en particular, le gusta estar con el ser humano. Aprecia a los demás con sus virtudes y sus defectos y las reconoce auténticas y genuinas. Reconoce en estos defectos y virtudes a seres humanos completos y perfectos.

Y el líder se pone al servicio de esto. Un buen líder tiene corazón, tiene un propósito y, aunque la palabra nos rechine, es un líder para servir.

Si pensamos a nivel individual quien ha sido un referente para nosotros, independientemente de que sea un familiar nuestro o un personaje actual o histórico, todos tienen algo en común, han estado al servicio de su gente. Por y para su gente, facilitando su bienestar, su aprendizaje, apoyando que cada día sean mejores y mejores personas.

Vamos a suponer que en este ejercicio de elegir a alguien, elijo a mi madre o a mi padre como un referente para mí, en mi vida. No te sorprendas, ocurre mucho. O elijo  a los abuelos: ¿acaso no han estado nuestros padres y abuelos a nuestro servicio? ¿han tratado de que seamos una mejor versión de nosotros mismos? ¿de que creciéramos? Probablemente si los hemos elegido como referentes, la respuesta sea sí.

Esto no quiere decir que hemos podido hacer siempre lo que nos ha dado la gana. Nuestros referentes nos han puesto límites.

Quizá podemos pensar: “¡Los límites no son amor!” estos límites nos han servido para crecer, para educar, para saber qué me gusta y qué no, para respetar, para entender que a otros les gustan o les disgustan cosas distintas a mí, nos han servido para un montón de cosas que me hacen ser la persona que soy hoy. Podemos decir entonces que esos límites sí han sido amor.

Así que servicio no significa servilismo ni esclavitud. Servicio es amor y límite es amor, amor a uno mismo y amor a los que lidero.

Sin ánimo de ofender a nadie y escuchando un ejemplo que golpea en mi cabeza… ¿a quién elige el perro como el líder de la manada? A quien lo quiere pero al mismo tiempo pone límites.

¿Quiénes son los líderes en una manada de lobos? Los más mayores que ponen su experiencia y amor al servicio de la protección del grupo.

Y tú ¿eres un líder amoroso?